lunes, 25 de febrero de 2013

Prueba 1

La juventud como sector de población es un colectivo muy heterogéneo, con características,necesidades y potencialidades diversas, tanto desde el punto de vista social como cultural, a las que los proyectos de intervención social tratan de responder desde metodologías también diversas. Partimos de una concepción de la intervención social como “aquella actividad que se realizade manera formal u organizada intentando responder a necesidades sociales, que incide significativamente en la interacción de las personas, aspirando a una legitimación pública o social” (Fantova, F.: Repensando la intervención social. 2007). Esta definición requiere realizar las oportunas aclaraciones. En primer lugar, la referencia como actividad formal u organizada diferencia la intervención social del apoyo natural de la familia o de iniciativas informales de la comunidad, sin que ello quiera decir que las intervenciones sociales no deban promover estos apoyos e iniciativas de la comunidad de forma intencionada. En segundo lugar, el que la intervención intente responder a necesidades sociales significa que de una forma especial implica e importa a la colectividad, a la sociedad, entendidas no como carencias, sino como todos aquellos bienes tangibles e intangibles que permiten a las personas desarrollarse integralmente y mejorar su calidad de vida. En tercer lugar, el que la intervención social incida en la interacción de las personas conlleva trabajar en relación a la autonomía personal y la participación comunitaria. Por último, la aspiración de las intervenciones sociales a legitimación pública o social aluden al hecho de que la definición de las necesidades a las que ha de dar respuesta la intervención social, tienden a ser consideradas en mayor o menor medida, como un asunto de responsabilidad pública o como mínimo social, de lo que se desprende la regulación en algunos casos y el mayor o menor sostenimiento de la intervención social por parte de los poderes públicos o la iniciativa social. Cuando se aborda el diseño de cualquier intervención social con jóvenes, la participación como concepto y como metodología es clave. Consideramos el concepto de participación (que contiene el de integración) como el contrario al de exclusión (Villalón, JJ.,2008), y desde esta concepción, las personas jóvenes se encontrarían en un continuo entre la exclusión total y la participación plena: integradas, consideradas miembros de la sociedad y ciudadanas, y ejerciendo la capacidad de participación en toda la vida social y en la distribución de todos los recursos sociales en condiciones de igualdad.